Trucos para cocinar el pollo

La solución definitiva para cocinar pollo y que no quede seco



Aunque a simple vista pueda parecer una tarea sencilla, que el pollo quede jugoso cuando lo cocinamos no es nada fácil. Si estás harto de hacer pollo asado o pechugas a la plancha y que siempre te quede seco, no te pierdas la solución definitiva para cocinar pollo y que esté delicioso.

Cómo cocinar el pollo sin que se seque

Una de las mejores sensaciones para cualquier paladar, es probar un trozo de carne de pollo jugoso que casi se deshaga en la boca. Sin embargo, cuando está mal preparado, lo más normal es que el pollo quede seco y que no apetezca para nada llevárselo a la boca. Antes de que tires la toalla y dejes de cocinar pollo en casa porque no consigues que te quede como realmente te gusta, pon en práctica estos trucos de cocina que te ayudarán a preparar un pollo totalmente jugoso sin que quede seco y apetecible al paladar.

Pasos para cocinar el pollo

Si eres el anfitrión de una comida o cena en casa y no quieres que tu receta de pollo acabe completamente seca, elige cocinar los muslos del pollo en vez de las pechugas. Con los muslos es más difícil fallar a la hora de cocinar, ya que esta parte del pollo tiene más grasa que la pechuga y, por lo tanto, siempre quedará más húmeda y tierna. Estos son los pasos para cocinar el pollo correctamente:

  1.  Si te has decantado por la pechuga, tampoco tienes por qué desecharla si aplicas este sencillo truco. Antes de meterla en el horno, debes poner un poco de mantequilla sobre la superficie de la fuente sobre la que vas a hornear el pollo.
  2. Después debes colocar las pechugas dejando suficiente espacio entre ellas, sin que queden pegadas las unas a las otras. El siguiente paso es cortar una hoja de papel de horno, que sea un poco más grande que la fuente, y untarla también con mantequilla en uno de sus lados. Debes precalentar el horno a 190-200 grados, y aderezar el pollo a tu gusto.
  3. El último paso es poner el papel de horno sobre las pechugas y asarlas durante unos 40 minutos como máximo. De esta forma, te asegurarás que estarás asando la pechuga y guisándola a la vez, por lo que quedará mucho más jugosa.

Pero si en vez de asarlas al horno, quieres emplear pechugas como ingrediente principal de una ensalada o de un plato de pasta, debes tener en cuenta, lo primero, que los filetes de pechuga son irregulares (tienen lados más gruesos y lados más finos). Esto es lo que deberás hacer para cocinar los filetes de pechuga y que queden perfectos:

  1. Para conseguir que se hagan perfectamente por todos sus lados en la sartén, la solución más efectiva es igualar todas las partes de la pechuga dándole golpes con un mazo de cocina o con el rodillo amasador.
  2. Recuerda que este truco de cocina no es para dejar las pechugas finas sino, simplemente, para igualar todas las partes del filete y procurar así que se cocinen mejor cuando las prepares a la plancha. Una vez que las tengas listas e igualadas por todas sus partes, tan sólo tienes que añadir un chorro de aceite de oliva en la sartén y precalentar el aceite.
  3. Cuando vayas a introducir las pechugas en la sartén, debes bajar el fuego y dejarlas que se cocinen durante unos minutos por uno de sus lados, antes de pasar a darles la vuelta.

Cuando les hayas dado la vuelta, tan sólo debes tapar la sartén y bajar más aun el fuego para que se cocinen a fuego muy lento, y se vayan así guisando en sus propios jugos, sin precipitar el proceso de cocinado. El último paso es apagar el fuego y dejarlas reposar durante unos minutos más en la sartén, antes de sacarlas a un plato o fuente y servirlas en la mesa.

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