Sacar brillo a los azulejos de la cocina

Cómo limpiar y sacar brillo a los azulejos de la cocina

Una de las estancias más sucias de nuestra casa es la cocina. El simple hecho de cocinar hace que el suelo o las paredes se manchen constantemente, así que para que nuestra cocina luzca siempre con el mejor aspecto posible tendremos que limpiar los azulejos con cierta frecuencia. El aceite y las grasas generados al cocinar son los principales culpables de las manchas de los azulejos, y son muy difíciles de evitar, por no decir imposible, así que será imprescindible saber tanto qué productos hay que utilizar como el cómo hacerlo. Descubre algunos sencillos trucos de limpieza para limpiar y sacar brillo a los azulejos de la cocina, a continuación.

¿Qué necesito para limpiar los azulejos de la cocina?

Realmente no necesitarás productos específicos de limpieza para los azulejos, sino que utilizaremos una serie de productos que todos tenemos en casa. Lógicamente necesitarás un poco de agua tibia, jabón o lavavajillas para limpiar los azulejos y quitar las manchas de grasa de la cocina, una esponja y un trapo seco. Como ves no hace falta comprar quitamanchas o abrillantadores específicos a no ser que al comprar los azulejos de la cocina el fabricante o vendedor te recomendase un ritual de limpieza que los incluya.

Al igual que puedes limpiar la casa con productos ecológicos o emplear alimentos ideales para limpieza del hogar, también puedes usar estos productos y alimentos para limpiar los azulejos de la cocina.

Cómo limpiar los azulejos de la cocina paso a paso

En primer lugar, llenamos un cubo de agua tibia y añadimos un chorro de jabón, removiendo bien la mezcla hasta que se formen burbujas en la parte superior. Si ves que los azulejos están muy sucios y las manchas de grasa son considerables siempre puedes añadir un poco de amoníaco a la mezcla, otro producto que todos tenemos en casa y que nos ayudará a obtener un mejor resultado y a desinfectar los azulejos. Eso sí, si utilizas amoníaco no olvides ponerte guantes y ventilar bien la cocina para que no te irrite los ojos o la piel.

 



Con la mezcla ya preparada, empapamos la esponja y empezamos a frotar sobre la superficie de los azulejos. Tendrás que frotar bien todos los azulejos de la cocina, y poco a poco verás cómo toda la suciedad que se ha acumulado en ellos va desapareciendo. Cuando hayas acabado es el momento de pasar el lavavajillas desengrasante, para lo que repetimos de nuevo toda la operación: volvemos a llenar el cubo de agua tibia, la mezclamos con el lavavajillas, empapamos la esponja y la pasamos por todos los azulejos de la cocina.

Ya solo nos queda secar la cocina, así que pasamos el paño seco por los azulejos y ya tenemos la cocina limpia en menos de 30 minutos. De esta forma, nos aseguramos que no se generará moho sobre ellos. Puede ser que con la esponja no llegues a todos los rincones de la cocina, en especial algunos puntos tan delicados como las esquinas. Si es así, te recomendamos el uso de un cepillo de dientes que mojaremos en el cubo y pasaremos por esos rincones a los que no podemos acceder con la esponja.

Cómo sacar brillo a los azulejos de la cocina

Ahora solo nos falta sacarle brillo a los azulejos para que la cocina quede reluciente, y para eso tenemos varios métodos. Seguramente el truco más simple sea pulverizar los azulejos con limpiacristales y pasar un paño limpio y seco. El resultado es muy efectivo, y tendrás unas baldosas relucientes después de haberlas limpiado a consciencia con jabón y lavavajillas.

También el alcohol de quemar puede ser muy útil. La forma más fácil es pasar un trapo de algodón que no deje pelusa impregnado en alcohol de quemar, pero si quieres simplificar las operaciones de limpiar y dar brillo puedes preparar una mezcla a partes iguales de alcohol y amoníaco, un chorro de detergente concentrado y medio litro de agua y frotar los azulejos con un trapo o papel de periódico. El resultado sigue siendo muy bueno, y tu cocina quedará limpia y brillante.

  • ¿Te ha servido de ayuda?
  • No

Compartir este artículo