Hacer casa más acogedora

8 trucos para hacer tu casa más tranquila y acogedora

Sentirse a gusto en casa es una de las condiciones indispensables para ganar calidad de vida, aunque no siempre sea fácil. En ocasiones nos toca vivir en casas que no se adaptan exactamente a lo que nos gustaría así que no tenemos más remedio que tirar de ingenio para transformar nuestro hogar y hacer que sea un lugar mucho más tranquilo y acogedor. Vamos a descubrir una serie de trucos para ello, para así disfrutar de nuestra casa cada vez que entremos por la puerta y sentirnos cómodos en nuestro propio hogar.

1 Los colores

Lo primero de todo será pintar las paredes de tu casa de un color que te guste y te haga sentirte muy cómodo. Los colores claros como el verde, el azul o el gris ayudan a reducir los niveles de estrés y el ritmo cardíaco, mientras que otros colores más fuertes, como el rojo, lo aceleran. Por eso, cuando utilices colores fuertes deberás combinarlos con otro color más suave que compense esta excitación.

2 Tira todo lo que no necesites

Muchas veces tendemos a acumular cosas en casa que no necesitamos. Trastos que ocupan espacio y nos estresan, contaminando el espacio visualmente. Tira todo aquello que ya no vayas a utilizar, y lo que no quieras tirar almacénalo en cajas y guárdalo. Sabrás siempre dónde está, con el plus de que no ocupará demasiado espacio y liberará el campo de visión.

3 Utiliza formas curvas

Nuestro hogar no es un Tetris donde tenemos que hacer encajar unas piezas cuadriculadas, sino que podemos combinar las piezas cuadradas con formas más redondeadas. Mesas, sillas, taburetes, el sofá, un espejo... No vamos a tenerlo todo redondo, pero sí algunas formas redondeadas que generan felicidad, calidez y relajación, a diferencia de la frialdad que transmiten las formas cuadradas.

4 Un sofá que te abrace

Dicen que si tienes un sofá cómodo tu casa también lo será. Antes de comprarlo hay que probarlo y asegurarte de que es cómodo. Siguiendo con las formas redondeadas, podemos acentuarlas con el reposabrazos, cojines rellenos de plumas -aunque sin pasarnos-, mantas... Complementos para el sofá que te harán sentir cómo te abraza cada vez que te sientes para descansar en él.

5 Dale una oportunidad a la naturaleza

Las flores son un recurso muy habitual a la hora de recuperar la autoestima y elevar la moral, y un buen elemento decorativo. Lo mismo podemos decir de las plantas de interior, que además de servir para decorar cualquier estancia nos ayudan a mejorar el estado de ánimo, la concentración o nuestro humor. Además de desestresarnos ayudan a reducir la sensación de fatiga. También existen una serie de plantas para dormitorio que nos permiten mejorar el sueño.

6 Utiliza alfombras

A la hora de dar calidez al frío suelo, en especial en invierno, no hay nada como una alfombra que sea cómoda, en la que disfrutes andando descalzo. Las alfombras de lana virgen, o las que combinan algodón y pelo largo, calientan en invierno y refrescan en verano, aislándonos del frío y la humedad. Te ayudarán a ganar relajación en el salón o en tu propia habitación.

7 Aprovecha la luz natural

Más allá de ahorrar en la factura de la luz, utilizar la luz natural te hará rendir mejor y reducir los niveles de estrés, ya que nuestro reloj biológico no se alterará y descansaremos mejor. Unas ventanas grandes, puertas correderas y mamparas de cristal o cortinas poco opacas ayudan a aprovechar mejor la luz natural.

8 Los olores

El último truco es darle un toque de olor acogedor a tu hogar. Puedes recurrir a las velas perfumadas, ambientadores, incienso o brumas para almohada, por citar algunos ejemplos. Unos olores que nos despertarán sentimientos positivos, lo que estimula el sistema placentero del cuerpo, liberando serotonina y favoreciendo esa sensación de felicidad.



 

Ahora que ya sabes cómo hacer más acogedor tu hogar, también puedes aprender cómo hacer que tu habitación parezca más grande sin necesidad de reformas.

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