Cómo evitar resbalones en la ducha

6 trucos para evitar resbalones en la ducha

La seguridad en el baño es algo fundamental y se deben adoptar algunas ideas para evitar resbalones en la ducha. Más aún si en la casa viven personas mayores o niños, pues son los que tienen más caídas y accidentes domésticos. El cuarto de baño es considerado como una habitación de alto riesgo y los platos de ducha son los más peligrosos.

Hay que prestar especial atención a la hora de entrar o salir de ellos y aplicar ciertas medidas de seguridad. Por eso, en este artículo vamos a descubrirte 6 ideas para evitar resbalones en la ducha o en la bañera que, seguro, te ayudarán.

Consejos prácticos para evitar resbalarte cuando te duchas

La cocina y el baño son las habitaciones que se utilizan más a menudo y las familias suelen estar expuestas a diversos riesgos. Normalmente, los adultos disponen de ambientes adaptados a ellos, pero han de adquirir elementos de baño concretos cuando en el hogar hay personas con movilidad reducida o niños.



Descubre más consejos para evitar resbalones y caídas en la ducha a continuación: 

  1. Superficies antideslizantes. Se trata de soluciones funcionales pensadas para no resbalar. Lo mejor de todo es que son fáciles de colocar, no requieren ninguna obra y las personas están seguras incluso en las zonas más húmedas. Pavimento de cerámico con características antideslizantes, superficies de resina especiales, adhesivos y un largo etcétera para mantener a salvo a los tuyos.
  2. Platos de ducha acondicionados. Si tu baño tiene una bañera antigua, es hora de pensar en cambiarla por un plato de ducha con superficie antideslizante. Las bañeras no dejan de ser un obstáculo principalmente para las personas mayores y estos platos son la mejor elección para eliminar esta barrera y aumentar su autonomía. Al final, todo es poco para prevenir que resbalen y estos accesorios suponen una reforma muy sencilla que garantiza su protección, al tiempo que ahorramos agua.
  3. Mamparas. Son los mejores compañeros de los platos de ducha. Sirven para reemplazar a las clásicas cortinas, destacando por su seguridad y gran accesibilidad. Las hay en diferentes materiales y son perfectas para librarse de las salpicaduras de agua en el suelo, evitando los inoportunos resbalones al salir de la ducha. Las mamparas más recomendadas son las de vidrio templado, porque en caso de rotura, los fragmentos son más reducidos y tienden a ser redondeados.
  4. Barras y asideros de seguridad. Para evitar resbalones en la ducha, lo mejor es acondicionar el plato de ducha o bañera con barras de sujeción. Su instalación es sencilla y rápida y las personas mayores y los niños podrán entrar o salir con facilidad. Estos elementos básicos se pueden fijar con ventosas o ir atornillados a la pared. Sea como sea, su nivel de protección y seguridad no tiene precio.
  5. Asientos de ducha especiales. Estos taburetes son fáciles de colocar en la ducha. Sirven para facilitarles la vida a ancianos y discapacitados. Las sillas comunes no sirven y se precisan asientos adaptados al agua y la humedad, cuyos materiales sean muy resistentes. Además, suele ser soportes plegables o abatibles para que, una vez utilizados, ocupen el mínimo espacio.
  6. Grifos termostáticos para controlar la temperatura. Su instalación está más que justificada. Los grifos termostáticos evitarán incidentes como consecuencia de posibles cambios bruscos en la temperatura de la ducha. Simplemente se gradúan para elegir la temperatura deseada. De ese modo, no se desperdicia tanta agua ni resulta necesario esperar tanto tiempo. Además, se colocan a la altura de niños o ancianos para que no tengan que agacharse ni ponerse de puntillas, algo que puede resultar peligroso.

Consejos prácticos para evitar accidentes en el baño

Estos elementos son valores añadidos, pues también existen ciertas recomendaciones a seguir para curarse en salud y evitar resbalones y caídas en la ducha. Uno de estos consejos consiste en secar los suelos con frecuencia y ventilar el baño para disminuir el vaho o humedad producido por el agua caliente. Así, te ahorrarás tener que limpiar el moho de la ducha o la suciedad cada semana.

De igual forma, es mejor no andar por el suelo con los pies mojados y secarnos bien tras la ducha. Y no olvides que a la hora de dejar la toalla cerca es mejor que esté a una altura adecuada.

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