Limpiar una almohada amarilla paso a paso

Los trucos definitivos para eliminar el amarillo de las almohadas



¿Tus almohadas se ven amarillas? Esta tonalidad que aparece puede deberse a la acumulación de sudor o, también, a la saliva. Con el paso de los meses, si las almohadas no se cambian o no se protegen bien con una sábana, es probable que el color de la almohada se torne más amarillento y que, a la vista, sea desagradable. Pero para solventar esta situación, nada mejor que optar por blanquear las almohadas de una forma fácil y efectiva. Si quieres conocer los mejores trucos de limpieza para evitarlo, ¡sigue leyendo!

Cómo eliminar el amarillo de las almohadas en 4 pasos

El color amarillo de las almohadas aparece en la gran mayoría de las veces. El motivo es que, aunque tengas bien cubierta la almohada con fundas, el impacto del sudor y de la saliva puede terminar alterando el blanco natural de este objeto. Al final el resultado no es nada agradable y esto también acaba por empeorar la decoración de nuestra habitación porque nuestra cama se ve completamente sucia. Por eso, es interesante conocer cómo eliminar el amarillo de las almohadas para que, así, puedas recuperar el color blanco y limpio de tu cama. Y para comenzar, vamos a comprobar paso a paso cómo se debe eliminar el color amarillo de las almohadas, recuperando su blancura.

Paso 1: Añade blanqueador

El primer paso para que tu almohada deje de estar amarilla y se vea limpia es añadir una taza de blanqueador en un recipiente con agua fría. Deberás optar por un barreño que sea lo suficientemente grande como para que te quepa la almohada. En caso de que no lo tengas, puedes hacer este procedimiento en tu bañera o en la lavadora.

Paso 2: Almohadas en remojo

Ahora, deberás colocar las almohadas amarillentas en este agua con blanqueador. Deja que se quede en remojo durante unos 5 minutos y asegurándote de que la almohada está totalmente sumergida en el agua. Con esto, conseguirás que el blanqueador actúe sobre las manchas y elimine la acumulación de suciedad que provoca el color amarillo.

Paso 3: A la lavadora

A continuación, transcurridos los 5 minutos, deberás sacar las almohadas y enjuagarlas con agua tibia. Luego, deberás meterlas en la lavadora con un detergente casero que no estropee tu almohada. También es recomendable que optes por un lavado especial para prendas delicadas y, así, evitarás que la tela pueda estropearse o dañarse. Si lo prefieres, puedes lavar las almohadas a mano.

Paso 4: Seca las almohadas

Y, para terminar, después del lavado lo más recomendable es que las almohadas se sequen al aire libre. Asegúrate de que, antes de volverlas a usar, están bien secas tanto por dentro como por fuera. De esta forma, evitarás que se acumule humedad y que puedan aparecer hongos o malos olores por no estar correctamente secada. ¡Y listo! Con estos 4 sencillos pasos podrás eliminar el amarillo de las almohadas y conseguir que vuelvan a lucir en perfectas condiciones. En el caso de que no hayas conseguido el resultado que esperabas, puedes repetir este procedimiento pero usando agua caliente en lugar de agua fría.

Las causas más comunes del amarillo de las almohadas

Ahora que ya sabes los pasos para poder tener unas almohadas blancas y limpias, vamos a analizar el por qué se tornan de color amarillento. Aquí te ofrecemos un listado con las causas más frecuentes por las que nuestras almohadas se vuelven amarillas para que puedas evitarlo:

  • Sudor: como ya te hemos indicado, una de las principales causas es el sudor que liberamos cuando dormimos. Incluso en verano, es normal que nuestro cuerpo transpire y que, por tanto, desprenda ese sudor para poder equilibrar el calor de nuestro cuerpo. El sudor puede ser absorbido por la tela de la almohada y terminar formando esas típicas marcas amarillas que vemos en la tela. Por ello es tan importante desinfectar nuestro dormitorio con cierta normalidad y las sábanas con uno de los pasos obligatorios que debemos contemplar.
  • Saliva: es otro de los fluidos que producen la aparición del color amarillento tan típico de las almohadas. La saliva puede manchar si dormimos con la boca abierta pero, también, por desprender un poco de saliva por la comisura de los labios.

Es importante limpiar y eliminar estas manchas amarillas de la almohada porque pueden terminar produciendo una acumulación de bacterias que pongan en peligro nuestra salud y bienestar durante la noche.

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