Riesgos del ángulo muerto del coche

6 formas de reducir los riesgos del ángulo muerto en el coche



Por mucho que te esfuerces en ajustar los retrovisores del coche a la perfección, siempre queda un ángulo muerto con el que hay que tener cuidado. Los ángulos muertos son las zonas, normalmente en el lateral trasero del vehículo, que no se pueden ver con los retrovisores -ni laterales ni interior-, una zona donde no sabes qué pasa y donde puedes cometer un error si hay un vehículo, una persona o cualquier objeto. Por eso es imprescindible conocer algunos trucos, como estas 6 formas de minimizar riesgos en los ángulos muertos. ¡Sigue leyendo!

Cómo reducir el ángulo muerto en la conducción

¿Quieres reducir los riesgos del ángulo muerto mientras conduces? Presta atención a los consejos que te indicamos a continuación:

1. Ajusta bien los retrovisores

Como todos sabemos, los espejos retrovisores deben ajustarse con el coche parado y sobre terreno llano, con el conductor en su posición de conducción habitual. El retrovisor interior debe cuadrar con la luna trasera, cubriendo todo el campo de visión; los retrovisores laterales se ajustan justo hasta el punto en que deja de verse la carrocería de nuestro coche. La curvatura de los retrovisores nos ayuda a reducir el ángulo muerto, aunque siempre lo habrá. Si compartes coche, asegúrate de ajustar siempre bien los retrovisores.

2. Gira ligeramente la cabeza

El ángulo muerto suele estar en paralelo a nosotros, así que muchas veces nos bastará con mover ligeramente la cabeza o mirar por el rabillo del ojo para cercionarnos de que ese ángulo muerto está vacío y podemos llevar a cabo la maniobra que pretendemos sin ningún riesgo. Esto es muy fácil si el vehículo está parado, pero si estamos en movimiento haremos este gesto lo más rápido que podamos y sin cambiar la dirección de nuestro vehículo en ningún momento.

3. Ayudas a la conducción

Todos los coches nuevos que salen al mercado cuentan con un sinfín de ayudas a la conducción, entre las que se incluyen las que nos ayudan a evitar el ángulo muerto o a minimizar sus efectos. Se trata de cámaras, radares, sensores de ultrasonidos, luces, pitidos o vibraciones que nos avisan si nos acercamos a un objeto en un ángulo muerto. Estas ayudas son el complemento ideal para reducir riesgos, pero hay que saber utilizarlas y hacerles caso.

4. Los asistentes de cambio de carril

Dentro de las ayudas a la conducción podemos incluir el asistente de cambio de carril, una versión más evolucionada de los detectores de ángulo muerto. Su característica principal es que amplia su radio de acción, según el modelo, a un mínimo de 50 o 60 metros hacia atrás. Más allá de avisarnos si hay un vehículo en ese punto ciego, la unidad de procesamiento del asistente calcula la velocidad a la que se acerca el vehículo, incluso antes de que entre en el ángulo muerto, y si advierte que vas a hacer una maniobra que pueda ser peligrosa te avisa.

5. Señaliza los movimientos con antelación

En la autoescuela nos enseñaron aquello de anticiparse a lo que harán otros usuarios de la vía, para lo que es indispensable señalizar nuestros movimientos con suficiente antelación. Utilizaremos los intermitentes para indicar cualquier maniobra como el cambio de carril en la que el ángulo muerto pueda tener alguna incidencia, y lo haremos de forma que el resto de conductores sepan lo que vamos a hacer para poder anticiparse a nuestros movimientos. En este sentido, no distraerse es vital.

6. No ocupes el ángulo muerto de otros vehículos

Pero no basta con minimizar los riesgos del ángulo muerto de nuestro vehículo, también podemos poner nuestro granito de arena para ayudar al resto de conductores a conseguirlo. Si sabes que hay un ángulo muerto en todos los coches, la lógica dice que evitaremos ponernos en el ángulo muerto de otros vehículos para reducir el riesgo de accidentes. En ocasiones no habrá más remedio, pero lo haremos solo el tiempo indispensable para hacer la maniobra, saliendo cuanto antes de esa zona ciega. Presta atención también a la señalización que puedan hacer.

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