Cómo cocinar un huevo duro sin que se rompa

El método definitivo para cocinar un huevo duro sin que se rompa

Aunque pueda parecer una de las tareas más sencillas que hay en el mundo de la cocina, cocer un huevo duro puede resultar a veces más complicado de lo que a simple vista parece. Sin embargo, cuando queremos que la yema se quede perfectamente colocada en el centro, que la cáscara no se rompa al pelarlo, o que el huevo no se cuartee al cocerlo, podemos emplear un método definitivo y muy sencillo para conseguirlo.

4 pasos para cocer un huevo sin que se rompa

Los huevos cocidos son el ingrediente principal de muchos platos de nuestra gastronomía, como la ensaladilla rusa, la ensalada mixta, los huevos rellenos, y una infinidad de recetas más que podemos elaborar con este delicioso y a la vez nutritivo alimento. Descubre los pasos para cocinar un huevo duro sin que se rompa con estos trucos de cocina y conseguir un resultado excepcional:

1. Controla el tiempo de cocción del huevo

Una de las claves esenciales para conseguir unos huevos duros perfectos es controlar el tiempo de cocción del huevo estrictamente. Esto quiere decir que, una vez que el agua está hirviendo debemos dejarlos aproximadamente entre 10-12 minutos, con el fuego a temperatura media, y manteniendo siempre la ebullición.

Los minutos de cocción pueden variar sensiblemente dependiendo del tamaño del huevo o del número de huevos que cuezas. Pero por norma general, si los dejas más de 12 minutos al fuego, lo normal es que la yema pierda su precioso color amarillento y se torne algo más verdosa, y por lo tanto, los huevos cocidos resulten menos apetecibles de comer.

2. Introduce los huevos en el agua hirviendo, nunca antes

Si quieres que la yema del huevo, una vez cocido se quede colocada perfectamente en el centro de la clara, el mejor truco es que introduzcas el huevo en el cazo o en la olla una vez que el agua esté hirviendo, y nunca antes. Y es que, la presión que ejerce el agua hirviendo ayuda a la yema del huevo a desplazarse hacia el centro y de esta forma, queda siempre colocada en el la parte central.



De todas formas, si percibes que al echarlos a la olla, los huevos apenas se mueven con la fuerza del movimiento del agua, es aconsejable que tú mismo los muevas con una espátula o cuchara de madera.

3. Añade una pizca de sal al agua

Cuando ya están cocidos y te dispones a pelarlos, si quieres que la cáscara salga fácilmente y sin romper la yema, te recomendamos que antes de cocerlos eches una pequeña cuchara de sal en la olla junto al agua hirviendo.

4. Coloca los huevos en agua fría después de cocerlos

Una vez que estén cocidos, debes retirar el agua hirviendo y ponerlos debajo del grifo con agua muy fría. Si quieres evitar que la cáscara se quede pegada a la clara al cortar los huevos duros, te recomendamos que pongas un bol con agua fría y unos cuantos cubitos de hielo, y que sumerjas los huevos allí una vez que haya finalizado el tiempo de cocción.

Los huevos cocidos son una alternativa fantástica en muchas de las comidas que preparamos diariamente, además de ser una excelente fuente de proteínas para el organismo, están riquísimos, y combinan a la perfección en cualquier aperitivo o comida.

Puedes poner huevo cocido en un sándwich vegetal, o añadírselo también a una sopa caliente en invierno, o también pueden ser la guarnición ideal para un gazpacho o un salmorejo. Asimismo, puedes cortarlos en láminas y añadírselos a cualquier tipo de ensalada, o simplemente, comértelos solos en un plato, previamente aliñados con un poco de aceite de oliva, una pizca de sal, y un chorro de limón.

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