Cómo hacer un karesansui

¿Te gusta meditar? Pasos para hacer un Karesansui o jardín zen

El estrés y las obligaciones del día a día nos llevan a olvidar que nuestro 'yo' también está formado por una parte espiritual que debemos cultivar a través de la meditación. Si te gusta meditar y la jardinería te invitamos a que descubras unos sencillos pasos para hacer un Karensansui o jardín zen.

Pasos para construir tu propio jardín zen

El Karesansui o jardín zen es un estilo de jardín procedente de Japón que consiste en un campo de arena poco profunda y que contiene arena, grava, rocas y a veces también, hierba, musgo y otros elementos naturales. Tienes la posibilidad de crear un jardín interior o tener al aire libre.

Este tipo de jardines se han puesto muy de moda en la actualidad, pero en realidad ya eran utilizados desde hace siglos por los monjes japoneses para sus actividades de meditación y relajación.

Antes de comenzar a construir tu jardín zen debes tomar una decisión fundamental: ¿qué ubicación vas a escoger? Hay que tener en cuenta que para crear un jardín zen lo importante no es contar con mucho espacio, sino más bien disponer de un rincón sencillo y fluido que invite a la relajación y a la meditación.

1. Crear un molde de arena o grava

La arena y la grava son el eje principal sobre el que giran todos los jardines zen. Por ello, el primer paso para construir un jardín zen es crear un molde que contenga arena o gravilla, y colocar la matriz en un recipiente (esta idea es válida para jardines zen de pequeño tamaño).

Sin embargo, para jardines de mayor tamaño, en lugar de crear un molde, es más práctico utilizar piezas de madera o trozos de pales.

2. Construye el recipiente

Una vez que esté cortada la madera debes unir todas las piezas para construirlo. Puedes emplear clavos, tornillos, o simplemente, cola para pegar madera. Una vez terminado, puedes barnizar o pintar la madera a tu gusto.

3. Coloca plástico en el fondo

Uno de los atractivos más interesantes de los jardines zen es su alto nivel de limpieza y de orden, que contribuye a crear una armonía para la vista y por lo tanto, nos ayuda a relajarnos.



Por ello, una vez terminado el molde es aconsejable que forres el fondo con un trozo de plástico o cualquier otro material que impida que la maleza atraviese tu jardín zen.

4. Vierte la arena

Una vez dispuesto el plástico, el siguiente paso es verter la arena o la gravilla en el interior del molde que has construido. Debes procurar esparcir la arena de manera uniforme por todo el molde. Y si estás construyendo un jardín zen de mesa, tan sólo será necesario que compres unas bolsitas pequeñas de arena, pues con esta cantidad será más que suficiente.

5. Decora tu jardín zen

Una vez finalizado el molde y terminado el rellenado de arena o grava, el siguiente paso es el más emocionante y divertido: la decoración de tu nuevo jardín zen. Debes elegir elementos decorativos que estimulen el sentido de la vista y que presenten formas, texturas o colores interesantes y que destaquen sobre la arena.

Por ejemplo, puedes considerar el uso de musgo, piedras, bambú o cantos de colores, pequeños troncos y ramas de plantas...etc. Lo importante es que estos elementos decorativos se coloquen alejados del centro del jardín y, además, debes procurar que éstos estén levemente sumergidos en la arena.

Una vez que hayas colocado todos los elementos ornamentales, el último paso para terminar tu nuevo jardín zen es pasarle un rastrillo, haciendo con él trazos redondeados o curvos que imiten a las ondas de agua.

Puedes emplear muchos patrones decorativos diferentes para crear un jardín zen casero, recuerda que lo importante siempre es crear un espacio que resulte placentero y relajante a la vista, que contenga líneas ordenadas y objetos que hayan sido cuidadosamente colocados. Conoce todos los beneficios que aporta la meditación y haz tu karesansui para practicarla.

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