Consejos para evitar los errores de conducción

4 errores que todos cometemos al volante y son perjudiciales para el coche



Muchas veces no somos conscientes de que nuestra forma de conducir puede estar dañando nuestro vehículo. Pisar muchas veces el freno, arrancar de forma muy agresiva o conducir con los neumáticos gastados pueden ser situaciones que terminen pasando factura a tu vehículo y, por tanto, poner en riesgo tu seguridad al volante. En este artículo queremos descubrirte los errores de conducción que debes evitar cuando te pongas a los mandos de tu coche. Siguiendo estos trucos conseguirás alargar la vida del vehículo y, además, asegurarte de disfrutar de un viaje seguro y tranquilo.

Descubre cuáles son los errores de conducción que debes evitar en tu coche

Puede ser que, con los años, hayamos adoptado una serie de costumbres a la hora de conducir que son difíciles de cambiar. Sin embargo, es esencial que, para poder mantener mejor el vehículo, conozcas cuáles son todos esos hábitos que pueden acelerar su envejecimiento y deterioro. Aquí te ofrecemos una lista con los errores más frecuentes a la hora de conducir y que deberemos solventar desde ya mismo. Solo así, conseguiremos disfrutar de una conducción segura y evitar la fatiga causda al volante, así como de un vehículo en mejor estado para circular por la carretera.

Conducir con los neumáticos en mal estado

El primer error de conducción está relacionado con los neumáticos. Resulta esencial contar con los neumáticos en perfecto estado para garantizar que tu viaje se desarrollará de forma segura y apacible. Ten en cuenta que las ruedas son las que están en contacto directo con el asfalto y, por tanto, tienen que estar en perfectas condiciones para poder superar cualquier obstáculo. Es importante revisar el dibujo del neumático para comprobar que están en buen estado y saber cuándo hay que cambiarlos. Circular con las ruedas demasiado gastadas puede hacer que aumentes el riesgo a padecer algún accidente imprevisto. Por ello, es esencial para ti y para tu vehículo que revises de forma periódica el estado de los neumáticos y que, en caso de que sea necesario, los cambios por unos nuevos y en buenas condiciones.

Conducir de forma acelerada

Por mucha potencia que tenga un coche, no es en absoluto recomendable arrancarlo dando acelerones. De hecho, si arrancamos de esta manera provocamos que el motor del coche se caliente de forma excesiva y, además, que los neumáticos se desgasten. Con el tiempo, conducir de forma acelerada lo único que hará será ir deteriorando sistemas internos del vehículo como, por ejemplo, la transmisión, el sistema de frenos, etcétera. Además, con estas arrancadas también gastas más dinero porque, por un lado, consumes mucha más gasolina de la que necesitarías para arrancar y, por otro, los neumáticos se gastan de forma más rápida. Por ello, para evitar los errores de conducción en el coche, cuidarlo como toca y ahorrar en su mantenimiento, nada mejor como arrancarlo y conducirlo de forma suave.

Pisar el pedal del freno demasiado

Otro de los fallos de conducción que debemos evitar es ir frenando durante la marcha. Con esta costumbre lo que estás haciendo es desgastar de forma más rápida tanto las pastillas como los discos, además de deteriorar el líquido de los frenos. Esto es algo que suele suceder, sobre todo, en carretera de curvas donde los conductores aprietan los frenos cada vez que tienen que coger una curva. En este tipo de travesía lo mejor es ir con marchas cortas y, en el caso de tener una curva cerrada, reducir las marchas en lugar de ir pisando el freno. De esta forma, los frenos se conservarán mucho mejor y, así, viajarás en un vehículo más seguro y estable.

Conducir con el depósito en reserva

Y, por último, otro de los errores que todos cometemos al conducir es el relacionado con la gasolina. Muchas veces, apuramos nuestro vehículo hasta que llega a reserva y, entonces, buscamos una gasolinera para repostar. Sin embargo, no es recomendable circular con tan poca gasolina porque la bomba de combustible puede resultar perjudicada a largo plazo. Ten en cuenta que la gasolina es la encargada de mantener la lubricación de la bomba y, por tanto, si apenas hay en el vehículo puede hacer que esta termine dañándose. Al quedar desprotegida, tu coche también está desprotegido y puedes experimentar un mayor número de incidencias técnicas y mecánicas.

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