Cómo limpiar espejos para que queden perfectos

Así debes limpiar los espejos para no dejar marcas

Los vidrios no son fáciles de limpiar. Es bastante común que, al hacerlo, queden zonas con restos de producto o reflejos incómodos. Los profesionales, evidentemente, lo hacen muy bien. No obstante, también hay pequeños trucos que puedes usar para limpiar los espejos como un profesional, sin importar si son vidrios de ventanas, espejos de baño, automóvil o incluso una mesa de cristal. Te damos una serie de trucos de limpieza y consejos para limpiar los espejos sin dejar marcas, a continuación.

5 consejos prácticos para limpiar un espejo correctamente

¿Necesitas limpiar los espejos de casa? Aquí tienes una serie de recomendaciones básicas para limpiar los espejos correctamente y que queden perfectos, sin marcas ni suciedad:

1. Utiliza agua destilada

Si quieres eliminar las manchas de los espejos de una forma rápida y sencilla, usa siempre agua destilada. Muchas veces no nos damos cuenta de lo importante que es el agua a la hora de limpiar. Hay aguas más duras que otras, con mayor porcentaje de cal, por lo que no son buenas para este tipo de tareas. Si usas limpiador de cristales diluido, no te lo pienses, usa agua destilada, que es mucho más blanda y apta para estos casos. No tiene minerales, por lo que no deja ningún tipo de rastro en el cristal.

2. Utiliza vinagre

El vinagre es otro de eso aliados imprescindibles en la limpieza del hogar. Sí, también sirve para limpiar los espejos. Es uno de esos ingredientes todoterreno que cuenta con un sinfín de usos, y que, por tanto, cuesta prescindir de él. ¿Lo mejor de todo? Que es mucho más barato que cualquier otro producto específico para limpiar espejos.



Si quieres limpiar tu casa sin usar productos químicos y estás buscando una opción más económica y ecológica para limpiar los cristales, prueba con el vinagre. Te sorprenderás con el resultado; y es que, el vinagre hace verdaderas maravillas en ventanas y espejos. Para ello, sólo tienes que preparar una solución de agua y vinagre (añade partes iguales de ambos ingredientes). Mete esta preparación en un pulverizador y úsalo como lo harías con cualquier otro limpiador de espejos.

3. Minimiza siempre la espuma

La espuma puede arruinar por completo tus espejos y ventanas. Sí, un exceso de espuma puede dejarlo todo lleno de manchas y reflejos. No suele ser un problema si usas limpiadores específicos para cristales o el vinagre que hemos comentado anteriormente. No obstante, hay ocasiones en las que el jabón es necesario. Por ejemplo, si quieres limpiar una mesa que está realmente sucia, quizá quieras añadir jabón a la solución. En estos casos, ten siempre clara una cosa, utiliza la mínima cantidad de jabón para limpiar el vidrio. Si aún así quedan restos, límpialo únicamente con agua y luego pasa algún producto específico.

4. El papel para limpiar no siempre es la mejor solución

Sí, muchos de nosotros usamos el papel para limpiar. Los típicos rollos grandes que valen para todo. Ten cuidado, este papel no es el más recomendado para limpiar espejos y ventanas. No sólo son capaces de dejar marcas en el vidrio, también dejan pelusas. En su lugar, es mucho más recomendable emplear paños de microfibra. También recomiendan escobillas de goma o incluso papel de periódico (este último dicen que es especialmente útil). Si usas periódico, no te olvides de colocarte guantes, pues podrías mancharte las manos con la tinta.

5. Aprende a pulir el cristal

Si después de seguir todos estos consejos no quedan bien tus espejos y ventanas, no hay duda de que necesitas una ayuda extra. Quizá tengas que pulir el cristal con una gamuza o un paño de microfibra. Mantén el paño seco y sólo pule el cristal cuando termines de limpiarlo. Esas marcas poco a poco irán desapareciendo.

No te olvides, además, que el mejor de los consejos es limpiar los espejos todas las semanas. La suciedad y la mugre se acumularán menos.

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