Limpiar la tabla de cocina

La solución definitiva para limpiar las tablas de cortar

Las tablas de cortar son un utensilio imprescindibles en cualquier cocina. Cortar, picar, filetear, trocear, limpiar el pescado… recurrimos a ellas constantemente a la hora de preparar un plato y mantenerlas en condiciones óptimas es fundamental para evitar la contaminación de los distintos alimentos. Por ello, estos trucos de cocina nos permiten tener limpios los utensilios con los que preparamos nuestras comidas diarias.

Existe una gran variedad de tablas de cocina que se diferencian fundamentalmente en su tamaño y en el material del que están hechas. Tanto si las usas de plástico, como si prefieres las de madera, limpiarlas a conciencia es siempre importante. En la tabla se depositan los restos, sólidos y líquidos, que desprenden los alimentos durante su preparación y, en ellos, las bacterias encuentran el caldo de cultivo perfecto para desarrollarse.

En la cocina hay que extremar las medidas de higiene para evitar que cualquier alimento pueda estropearse y acabar en mal estado por la contaminación bacteriana. Estas medidas afectan especialmente a las tablas de cortar, que deben estar perfectamente limpias y desinfectadas antes de trabajar sobre ellas manipulando cualquier ingrediente.

Puedes lavar muchas de las tablas hechas en materiales sintéticos directamente en el lavavajillas, pero las de madera soportan mal el agua a alta temperatura y además, algunos jabones pueden deteriorarlas. Una limpieza demasiado agresiva podría hacer que tu tabla de madera que se deformase, agrietase o decolorase ¿Cuál es entonces la alternativa?

Cómo limpiar y conservar una tabla de madera

Puedes tener tu tabla perfectamente limpia y además mantenerla como el primer día recurriendo a este sencillo método natural que aprovecha las propiedades desinfectantes de la sal y del limón.

La madera es porosa y es normal que al cortar sobre la tabla carne o pescado los jugos de estos y de otros posibles alimentos se adhieran a la superficie y resulte costoso eliminarlos en su totalidad pero con la sal y el limón tienes una solución tan simple como efectiva.



Cuando termines la preparación de un plato y ya no vayas a usar la tabla, dale un primer enjuague y, seguidamente, esparce sobre ella un buen puñado de sal gorda. Parte un limón y utiliza una de las mitades como el más eficaz de los estropajos. Mientras atrapas los granos de sal con el limón, ve haciendo movimientos circulares. La sal raspa la madera sin dañarla pero desincrustando cualquier tipo de residuo. Por su parte, el jugo de limón es uno de los mejores desinfectantes y disolventes naturales que tienes a tu alcance.

Deja unos minutos la sal y el jugo sobre la tabla para que actúen aumentando su eficacia y, transcurrido este tiempo, retira la sal y enjuaga nuevamente la tabla antes de secarla muy bien. Una buena idea es añadir unas gotas de vinagre blanco, por ejemplo de manzana, al agua de ese último aclarado, dadas las propiedades antibacterianas que posee el vinagre. También puedes utilizar el vinagre para limpiar el lavavajilas, un producto que es muy utilizado como remedio casero.

Para terminar y  conservar tu tabla de contar en perfecto estado, conviene aplicarle una fina capa de aceite mineral cada cierto tiempo.  Este aceite es un derivado líquido del petróleo con múltiples utilidades. No tiene olor, ni sabor y actúa como repelente del agua favoreciendo la conservación de la madera al evitar que se introduzcan líquidos o restos de comida en los minúsculos poros.

No recurras a los aceites vegetales como el de oliva, almendra o  girasol porque estos aceites que utilizamos para cocinar sí pueden hacer que tu tabla desprenda, pasado el tiempo, olores no deseados o incluso pueden hacer que cambie su color original o aparezcan manchas.

Ya sabes, sal y limón es todo lo que necesitas para una tabla de cocina impecable. Ahora descubre cuáles son las mejores formas de picar cebolla para tus platos de cocina.

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