Cómo podar una orquídea

Cómo podar una orquídea como un jardinero profesional

¿Te gusta la elegancia y belleza natural de las orquídeas? La verdad es que estas espectaculares flores no pasan desapercibidas. Su gracilidad y aspecto exótico las convierten en una planta muy utilizada para decoraciones florales, como regalo o como planta de interiores. Una orquídea conseguirá dar un aire alegre y vistoso a cualquier estancia, siendo además una planta bastante resistente. Si deseas hacerte con una orquídea, pero no sabes muy bien cómo cuidarla, no te preocupes. En este artículo de jardinería te ofrecemos consejos sobre cómo podar una orquídea como un jardinero profesional y mantenerla en perfectas condiciones.

¿Cuál es la variedad de orquídea más recomendada?

Según los especialistas, las orquídeas no son difíciles de cuidar, siendo fundamental procurarle a la planta una cantidad de luz media y un riego moderado. Aunque hay una gran variedad de especies de orquídeas, las más comunes son las de la variedad Phalaenopsis. Un tipo de orquídea que se recomienda para interiores por su larga floración, además de mantenerse a una temperatura más o menos constante, sin grandes diferencias entre la temperatura diurna y la nocturna. Puedes hacer un riego por goteo casero para ajustar el riego de esta planta.

Pasos para podar una orquídea

Estos son los pasos que debes seguir para podar tus orquídeas correctamente.

1. Si ya tienes tu orquídea y observas que tiene flores, hojas y ramas marchitas, entonces puede ser el momento ideal para proceder a hacer una poda. Antes de nada es importante identificar si las flores y hojas están amarillas por estar marchitas o si están afectadas por algún tipo de hongo. Si tienes dudas, consulta esta posibilidad y, una vez solventadas, procede a quitar las hojas y flores más ajadas. Consulta las mejores remedios naturales para evitar plagas, hongos y plantas desnutridas y consigue que tus plantas estén siempre sanas.

2. La poda de las ramas ha de hacerse siguiendo una pauta que consiste en hacer el corte a partir del tercer nudo desde la base. De esta manera se consigue que la flor pueda crecer y se mantenga la forma original del tallo.



3. Por lo que se refiere a las raíces, es importante poner siempre estas plantas en macetas transparentes a objeto de que les llegue la luz y se favorezca la fotosíntesis y que nosotros podamos controlar su estado. Así, si las raíces de nuestra orquídea presentan un color negruzco, será el momento de cambiarla a una maceta de mayor tamaño. En este momento podemos también constatar si pueden estar afectadas por hongos y proceder también a una poda de las raíces. Para ello se aconseja recortar las partes más deterioradas. Aprende los pasos para cambiar la maceta de una planta en el caso de que sea necesario hacerlo.

Y después de la poda

4. Una vez finalizada la poda será el momento de dar otros cuidados a tu orquídea. Así, y si es necesario, se recomienda la renovación del sustrato de la planta y regarla  por inmersión o  pulverizando el agua. Esta pulverización ha de hacerse en las hojas y en la base con un pulverizador.

5. Por último, revisa los tallos que hayas podado para buscar pequeños esquejes que puedas trasplantar para tener nuevas orquídeas. Para ello debes transplantar esas pequeñas plantitas o keikis a una maceta transparente con sustrato para orquídeas.

Con estas pautas será suficiente para podar y cuidar tus orquídeas y que éstas florezcan y decoren tu casa de una forma natural y con encanto. A

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