Trucos para hacer un semillero

Aprende a hacer tus propios semilleros para tu huerto



¿Quieres cultivar tus propias verduras y hortalizas? Entonces... ¡apúntate a la moda del huerto urbano! Se trata de tener un pequeño cultivo en tu casa para, así, asegurarte de disfrutar de unas verduras deliciosas, sanas y 100% naturales. Para poder tener tu huerto urbano es imprescindible tener semilleros. Por eso, queremos enseñarte a hacer semilleros caseros para tu huerto urbano de una forma fácil y sencilla. Sigue leyendo y conocerás los trucos de jardinería que debes seguir para conseguir tu objetivo.

Cómo hacer semilleros: paso a paso

Si quieres hacer tu propio semillero en casa para montar un huerto urbano, entonces tienes que saber que esta es una manualidad es sencilla pero, para conseguir el resultado que buscas, tienes que seguir una serie de instrucciones. Descubre todos los pasos que debes seguir para poder aprender a hacer tu propio semillero en casa. ¡Toma nota!

1- Escoge el mejor recipiente para el semillero

Lo primero que tienes que hacer es escoger el recipiente correcto para hacer un semillero. Lo más recomendado es optar por recipientes reutilizables como envases de yogur, cartones de huevos, etcétera. En estos casos, será imprescindible que realices una serie de agujeros en la parte inferior para que, así, pueda respirar bien la semilla que plantemos y favorecer el drenaje.

2- El sustrato para tu semillero

En el recipiente deberás colocar el drenaje en la parte más inferior, es decir, la arena o las bolas de arcilla y, encima, una capa de sustrato. Podemos usar el que vayamos a utilizar en el huerto aunque, eso sí, se recomienda que se tamice para que los grandes bloques no puedan afectar el proceso de germinación. Además, en este sustrato también deberás añadir materia orgánica para permitir que la semilla crezca en perfectas condiciones. En el caso de que no tengas sustrato, debes saber que puedes emplear cualquier tipo de arena y mezclarla con el compost o la materia orgánica que hayas escogido. También existe un tipo de sustrato especialmente pensado para semilleros. Lo único que tienes que procurar es que, en todo momento, el semillero esté perfectamente húmedo. Piensa que las plantas, al crecer, necesitan grandes cantidades de agua  y, por eso, lo mejor es que el mismo sustrato esté humedecido para que pueda coger la hidratación de aquí.

3 - Las semillas

Para poder saber cómo hacer semilleros caseros es importante que también controlemos bien la plantación de las semillas. Lo primero que debemos valorar es la profundidad a la que colocaremos la semilla. Ten en cuenta que, por lo general, se recomienda que se entierre a una profundidad el doble de su tamaño, así podrá crecer y engrandecerse. Además, puedes plantar las semillas que quieras pero debes tener en cuenta que, normalmente, hay un 10% de las semillas que no terminan de germinar y, por tanto, no se convertirán en planta.

4 - El riego del semillero

En cuanto la semilla ya esté bien enterrada en la maceta correspondiente, lo siguiente que realizaremos será un riego de plantación. Este paso es muy importante para que el crecimiento de la planta pueda llevarse a cabo de forma adecuada. Lo ideal es que optes por hacer este paso con un pulverizador, de esta forma, evitarás que las semillas puedan hundirse. Cómo ya hemos dicho, es esencial que la tierra esté húmeda en todo momento. Pero no debemos confundir la humedad con los charcos. Es igual de negativo que la tierra esté seca que esté excesivamente mojada. Por ello, lo mejor es que te decantes por usar una botella con rociador que medirá la humedad del semillero en su justa medida. Al cabo de la semana, cuando la semilla ya haya germinado, se recomienda que coloques la planta en una zona con mucha luz para que pueda crecer de forma mucho más óptima.

5 - Trasplante final

Y, para terminar con esta, el último paso para completar tu semillero es trasplantar esta semilla al lugar correspondiente en el que seguirá creciendo. Debes saber que este trasplante se deberá hacer cuando la planta ha crecido lo suficiente y ya ha sobrepasado el recipiente (aproximadamente unos 8 cm). Deberemos hacer unos hoyos en el sustrato y, entonces, con mucho cuidado, cogeremos la planta y la colocaremos en estos agujeros. Deberemos rellenar los huecos con tierra y, después, regaremos para que la planta pueda aposentarse definitivamente.

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